viernes, 19 de noviembre de 2010

Mañanas de buenos propósitos

Hay días que se levanta una con el ánimo predispuesto a comportarse como una persona de bien, ser agradable con la gente que me encuentre en el camino, ayudar a cuantas ancianitas me asalten por las esquinas, besar niños, adoptar perros, tomarme en serio las noticias y la vida. Pero como dice el viejo provervio de no sé dónde,que qué más da, seguro que viene alguien y lo jode. Es inevitable, por más que yo tenga permanentemente presente a la madre de Murphy, el de la Ley, en mis oraciones.
No es que hoy me hayan puesto de mala uva los titulares, au contraire, lo que me ha dado ha sido un ataque de risa. Que no es que tuviera la cosa ni maldita la gracia, sobre todo para los que se hayan visto afectados, si no que mi perversa mente ha visto la ironía del asunto tan claramente como si me la hubieran señalado con luces parpadeantes.
El Ayuntamiento (de Santander) solicitará la declaración de zona catastrófica. Esperen, denme un minuto que me ha vuelto la carcajada.
¡A buenas horas!
Bueno está que nunca es tarde si la dicha es buena, miren, hoy tengo el día refranero, pero que se den cuenta ahora de que nuestro Consistorio se parece al submarino de Gila, que de color bien, pero no flota, no dice mucho de la perspicacia de nuestros ediles.
Ya, ya sé que hablan de los efectos del vendaval que azotó la región la semana pasada, pero no me digan que no está bien traído. Y que yo soy Íñigo de la Serna, Dios me libre como de mearme en la cama, y aprovecho para incluir entre los daños desde la descomunal deuda del municipio hasta la 'deconstrucción' del Puente del Diablo. Ya que se nos ha puesto en plan Gormiti, que aproveche el subidón y mire a ver si cuela. Total, peor no nos va a poder ir.
Y ya que en tiempos de crisis hay que saber sacar provecho de todo, le regalo otra idea, será por ideas, le sugeriría que le haga un homenaje a Luis García Berlanga. Primero porque es de ley. Y segundo, porque aprovechando el 'sentido' homenaje puede hacer uso, sin ningún tipo de pudor, de aquel inolvidable momento firmado por Pepe Isbert. Que es que ya le estoy viendo, ahí, subido al balcón de La Casona, mirando al tendido... “¡Vecinos de Santander! Como alcalde vuestro que soy os debo una explicación y esa explicación que os debo, como alcalde vuestro que soy, os la voy a dar”.
A Dios pongo por testigo que me tiene, todo oídos, atenta a la explicación. Sólo pido una cosa. Que alguien me acerque una manta, un poquito de avituallamiento y tabaco, que me da a mí que la cosa va a ir para largo.
Parafraseando a Gila, seremos zona catastrófica pero lo que me he reído.

(Publicado en AQUÍ DIARIO el 16 de noviembre de 2010).

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