martes, 1 de febrero de 2011

Ahsan Ali Syed, te recibimos con alegría

A la hora de escribirles estas magnolias el primer partido de la Nueva Era del Racing nos va siendo propicio y ganamos por un gol a mi querido equipo ché. Quiera la fortuna que cuando lean ustedes esto la cosa, como poco, se haya mantenido así. Por mí es igual, que en peores plazas hemos toreado y salimos victoriosos, pero me sabría mal que Ahsan Ali se llevara una mala impresión del equipo en su primer día de cole.
Qué menos que recibir al nuevo dueño del club con una victoria. No lo han hecho mal en cuanto a la puesta en escena. Han conseguido abarrotar el campo por unavez en esta liga. Que estaban pensando ya en alquilar los huecos vacíos para apilar legajos o algo. Por darle utilidad, más que nada.
Yo, por mi parte, recibo al Deseado llamándole por su nombre completo. Fundamentalmente por llevar la contraria, que ya me conocen ustedes. Pero también porque digo yo que al chaval le impusieron el nombre compuesto por algo y no somos quien para deconstruírselo a la buena de Alá. Y que le podemos buscar un follón familiar por una tontería. Imaginen que todas las páginas que se han parido en la prensa regional estos días se las está remitiendo, como buen hijo, a sus orgullosos padres y que la imposición de nombres fue un acuerdo entre las partes para que ni un abuelo ni otro se quedaran sin representar en su bienamado nieto. Qué lío. Y todo por un capricho de los periodistas cántabros, que ni en el mapamundi de los sobrinos del señor Syed aparecemos.
Y no estamos, además, para ponernos estupendos con la familia del nuevo dueño del club. Que ya habrán tenido bastante con los dimes y diretes que le hemos dedicado a su retoño en estos últimos días. Porque anda que no han corrido ríos de tinta sobre las finanzas, las intenciones, los negocios y demás del magnate. Que parece que en vez de venir a sacar de la quiebra al equipo en ruina de nuestros amores venía a llevarse el oro escondido en los vestuarios de los Campos de Sport.
Llámenme crédula, pero a mí que llegue un señor, se haga cargo del préstamo participativo del club, avalado por el Gobierno regional, ergo por ustedes y por mí, ponga al Racing al día con Hacienda e invierta no sé qué porrada de millones en fichajes, como timo me parece poco elaborado, francamente. Pues oyendo o leyendo a algún opinador, que ya saben que nos prodigamos como las setas en otoño, parecía que el señor Syed iba a venir a forrarse el riñón y que el Racing era la cohartada perfecta. Lo que ninguno de los pesimistas de cabecera de la región ha sabido explicar en ningún momento es en qué negocios iban a elaborar tanto forro renal. Que Ahsan Ali es bajito, pero el forro de un riñón debe llevar mucha tela. Aunque si quieren que les diga la verdad, yo en esto estoy como en lo de los bazos de las ovejas, desinformada.
Me acabo de enterar, entre riñones y bazos, que el Valencia ha empatado el partido. Una lástima. Aún quedan minutos de juego, pero yo tengo que acabar ya, así que échenle un vistazo a las portadas si se quieren enterar de cómo quedó el partido. Tampoco es tanta la desgracia. De momento, no tendré que apoquinar para mantener al equipo con vida ni tendré que ver cómo desaparece. Me parecen todo ventajas. Ya ganaremos otro día. Aunque hubiera estado bonito darle un mejor recibimiento al Salvador.

(Publicado en AQUÍ DIARIO el 1 de febrero de 2011).

2 comentarios:

  1. Pues al final te colaste y Ali ha huido pq ha visto que no saba un centimo a la gente de Santander jajaja. Le habeis hecho mucho daño al racing gente como tu

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  2. Gracias por tu amable comentario, Anónimo, bonito nombre.
    Has de saber que me sangra el corazón y no duermo por culpa de la culpa, que me reconcome. No sé si seré capaz de soportar el saber que le he hecho tantísimo daño al Racing. Lo pensaré mientras me recupero de lo de Manolete.

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