Talida es una
personita que en sus tres años y medio de vida ya ha sufrido más que muchos
adultos. Ha conocido el horror de nacer de padres maltratadores, en busca y
captura por ello; se ha enfrentado a cambios en su vida que superarían a
cualquiera; ha aprendido, a base de desapegos, a ser independiente y arisca, a
almacenar pan para subsistir, a rechazar
el afecto por desconocimiento, a sufrir.
Ahora, Talida
sigue aprendiendo. Hoy, (lunes 22 de diciembre) cuando el país está pendiente
de los números de la ilusión, en el mismo momento en que comenzaba el sorteo de
la Lotería de Navidad, Talida ha aprendido lo que significa la frialdad
administrativa. Ha entendido lo que es ser un expediente, un número del que poco
importa si ha pasado la noche con cuarenta grados de fiebre o si eres apenas un
bebé que ya conoce la hiperactividad, el miedo a lo tangible y no a los
monstruos imaginarios que se van con la luz del día. Hoy a Talida la han
separado de sus padres de acogida merced a la aplicación impersonal y fría de la
ley.
Hace 16 meses
la vida de Talida cambió. La niña fue entregada en acogida a Beatriz y José
María. Superados los primeros recelos, la pequeña fue, poco a poco, adaptándose
a su nueva familia. Ya no escondía pan en cualquier rincón para asegurarse la
subsistencia, se acostumbró a que la cuidaran y dejó de actuar consigo misma
como un adulto permitiendo a sus padres que la llenaran de mimos, recibía
‘atención temprana’ para superar sus miedos e inseguridades y aprendió a
relacionarse normalmente con su entorno.
Pero una
administración fría e impersonal ha decidido que Talida sea dada en adopción a
otra familia, reclamando de sus padres de acogida la entrega de la niña este
lunes de ilusión y salud, avisando para ello con apenas 72 horas de margen.
Poco importa si Beatriz y José María han manifestado su intención de ser ellos
los adoptantes. Menos aún que Talida haya pasado este periodo con fiebre,
sabedora, sin duda, de la inminente separación. Sin duda, para Talida ha vuelto
el invierno.
(Publicado en Gente en Cantabria el 23 de diciembre de 2014).
Considero como madre y maestra que hay que anteponer el bienestar de los niños a unas frias listas de adopción. Entiendo que las leyes están para cumplirlas pero a lo mejor hay que cambiarlas para que niñas como Talida no tengan que ir saltando sin encontrar un sitio que por otro lado ya tenia. Por esos niños que no tienen su sitio.
ResponderEliminarPor ellos, efectivamente.
ResponderEliminarGracias.
Soy Rosario , profesora de Talida. Y quiero contar mi experiencia a estos robots que la han separado de lo que mas queria: su papa y su mama, y sus amigos del cole. Robots, siiiii porque solo alguien que no tiene corazon,ni.sentido comun, y mucho menos un profesional de la educacion puede ocasionar este terrible dolor a unos padres y a una niña dectres años. Para su informacion, profesional de la infancia, Talida ya tenia padres, por lo menos asi lo sentia y les identificaba. Talida dejo de tener miedo cuando queriamos darla un abrazo,dejo de guardarse las sobras del almuerzo en la mochila y.comprobo que no pasaria hambre, paso de no querer jugar a ayudar a los demas compañeros. Pero ahora, gracias a su maravillosa idea de profesional de la infancia todo.cambiara..Talida cuando abra las puertas del.cole por las mañanas echare de menos tu gran sonrisa. Te recordare siempre., porque no todos los adultos somos malas personas..
ResponderEliminarMuchísimas gracias por contarnos, tú que la conoces bien, lo que yo solo he acertado a resumir, Rosario.
ResponderEliminarSeguro que Talida también os echa de menos a ti y a sus compañeros.