sábado, 26 de febrero de 2011

No me llames extranjero

Hay días, y hoy es uno de ellos, en que siento una profunda vergüenza de algunos de mis conciudadanos, concretamente de esos a los que he escuchado dando su opinión sobre la inmigración en un corte de Ser Cantabria. Por extensión, de todos los que piensan como ellos. Por manidos y falsos que sean los argumentos no dejan de provocar que se me agrie la leche, mala ya de origen, y me agarre un cabreo monumental que acaba dándole voces al aparato de radio, que un día me va a contestar de mala manera, la criatura. Gracias al cielo, los vecinos ya están acostumbrados. Tirando de clásicos, el orden me van a disculpar ustedes que no lo guarde de manera exacta, que mi cabeza tiene buenos rizos pero mala memoria inmediata, han desfilado los actos delictivos que, supuestamente, llevan a cabo; la suciedad que provocan; la ocupación de puestos de trabajo que se atreven a ejercer; la inseguridad ciudadana, por la delincuencia, claro está, y porque se juntan muchos en algunas zonas determinadas y eso le da mucho miedito a las personas de orden, se conoce, no vayan a hacernos algo, Pepe, date prisa y no mires, no mires, no sea que...; porque “ya vienen con sus derechos sabidos” (sic); porque sus costumbres chocan con las nuestras… No ha faltado ninguno. Se ve que el cántabro medio es aplicado y lleva al día los deberes.
Me da asco, mucho asco, compartir espacio vital y vecindario con tanto idiota. Con tanto anormal que piensa que tiene más derecho, no se sabe muy bien a qué, por nacer donde ha nacido, en el primer mundo. Tanto fariseo al que apena hasta el sollozo ver en la televisión imágenes del hambre en África, pero que se cruza por la calle con un senegalés y se aparta, no vaya a pedirle dinero; o no se fía del vendedor marroquí al que lleva viendo durante años pero al que siempre considerará extranjero sino algo peor; o intenta una y otra vez tomar el pelo, o sea, estafar, a la tendera china a la que recurre los fines de semana cuando necesita algo que olvidó comprar o a diario a la hora en que los comercios ya están cerrados pero ‘el chino’ sigue abierto, menos mal; o cambia de bar cuando ve entrar a un grupo de rusos, serbios, alemanes o ingleses, que lo que se dice criterio para discriminar a un norte europeo no es que tengamos demasiado, pero por si acaso, que esta gente se emborracha y no hay quien los pare y son un problema. Tú no, tú estás aquí a las 3 de la mañana celebrando un cabo de año, claro; o a los que se escandalizan por la situación de la mujer discriminada en los países de latinoamérica o en la bárbara Europa del norte, pero frecuenta los burdeles donde son legión y están pocas veces por voluntad propia. En fin, que mucho asco.
Como soy, ya se lo tengo dicho, una mala persona, a todos estos imbéciles, xenófobos y gente de orden sólo les deseo que algún día tengan que emigrar. Y que les miren y les traten como ellos miran y tratan a quien viene aquí huyendo de la miseria, buscando una oportunidad para sí y para los suyos. Que les acusen de todos los males que sufra la sociedad en la que recalen y que se sientan, aunque sólo sea por un instante, no soy tan mala, tan despreciados y tan indefensos como ellos hacen sentir a los demás. Sólo eso.

(Publicado en AQUÍ DIARIO el 26 de febrero de 2011).

jueves, 24 de febrero de 2011

En tu fiesta me colé

Cuando, a punto de cumplirse 30 años de la última intentona seria de llevar a cabo un Golpe de Estado en España, José Bono anunció en la Cadena Ser que se iban a hacer públicas varias actas hasta ahora mantenidas en secreto y bajo custodia, yo, que me lo creo todo, pensé que íbamos a descubrir oscuros secretos, desconocidas claves y misteriosos arcanos del momento en que pudimos volver a la más rancia España por culpa de una banda de amapatrias.
Y resulta que no. Que aquello que hasta hoy mismo todos hemos creído un intento de involución no fue más que una monumental juerga que se les fue de las manos. Que sí, que sí. Que no exagero ni un pelo. Que tienen ustedes las actas para comprobarlo. Y mientras tanto, todo quisque haciendo cábalas. Na. Ya saben ustedes cómo son estas cosas. Se empieza invitando a una fiestecilla privada a unos amigos íntimos, y a la que nos queremos dar cuenta, estos han invitado a otros y estos a otros y así hasta que ya no queda nadie por invitar, y se acaba por tener que tomar al asalto el Congreso de los Diputados porque en la solución habitacional en que moramos no caben los 170 invitados, tricornio arriba tricornio abajo y, además, cualquiera aguanta a los vecinos al día siguiente.
Cuatro botellas de Moët Chandon, seis de cava, 16 cajas de cerveza, 19 botellas de whisky, 18 de ginebra, así como coñac, vermut, anís...24 botellas de vino tinto... y así hasta sumar bebidas por valor de 106.672 pesetas. Todo ello en 17 horas y media. ¡Coño, pues sí que tenían sed! Y claro, tanto beber y tantas horas de juerga moruna terminan dando hambre. Que por algo se inventó el resopón. 93.349 pesetas de la época en latas de espárragos, mermelada o bonito, así como de chorizos, jamones, frutas, ternera, café… ¡C.A.F.É.! Muy propio para el momento, sí. Por lo visto, traían menos hambre que sed. Y que no paró ahí la cosa. Que se fumaron 54.800 pesetas. Si les llega a ver la ministra Salgado, se les cae el pelo. Fumando en un espacio cerrado, oficial y en horas de trabajo. No tienen años para pasarlos en la cárcel.
Y porque les pararon a tiempo que si no podía haber sido peor. Que ya tenían preparada una pira para quemar las sillas en medio del hemiciclo. Lo que no dejan claro las actas es si la hoguera era un homenaje a Javier Krahe; era para bailar alrededor del fuego, como si en vez de 23 de febrero fuera 23 de junio y estuvieran preparando una enorme hoguera de San Juan; o es que al coronel Tejero, que tenía esa mala leche tan propia, le dio miedo que alguien propusiera jugar a ‘las sillas’ y él pudiera perder, que ya se sabe cómo eran por aquel entonces los tenientes coroneles y lo cruel que es la gente, que te sacan coplas por mucho menos que eso. Todo esto por no hablar lo que costó devolverle al local su estado original. Lo que tienen las armas cuando se disparan al aire es que no calculan por ellas mismas dónde van a parar los tiros y, claro, me dejaron el garito hecho unos zorros. Por más de un millón de pesetas nos salió la broma en marquetería.
No les extrañe que nunca más quisieran volverles a alquilar el local. Cosa que los demócratas jamás agradeceremos bastante.

(Publicado en AQUÍ DIARIO el 24 de febrero de 2011).

martes, 22 de febrero de 2011

La vida es un tómbola

Voy a pedirle al jefe que me cambie de horario porque yo así no puedo vivir. Saliendo a las horas que salgo, me es imposible llegar a casa a tiempo para ver debates políticos de altura que tan imprescindibles son siempre y más ahora que nos acercamos peligrosamente a una campaña electoral. Así no hay quien se mantenga al tanto de lo que se lleva cada temporada en la cosa de la moda política.
¿Pues no me he tenido que enterar por la prensa de hoy lunes de las fabulosas revelaciones que Isabel Durán hizo sobre el presidente de mi región durante el programa La Noria? Y yo que pensaba que el programa en cuestión no era más que otro representante de lo que llamamos telebasura y resulta que, esto me pasa por no prestarle atención, es más algo así como La Clave aquella de Balbín pero sin película previa.
Si ustedes son propietarios de unos prejuicios en tan buen estado de salud como los míos, es posible que tampoco se hayan enterado de que la señora Durán reveló el pasado sábado que Miguel Ángel Revilla, años ha, perteneció al Sindicato Vertical de Torrelavega y que en los años 70 mencionó el ‘pensamiento joseantoniano’. Sí, yo también me quedé estupefacta. Básicamente porque Durán se reclame como periodista. Historiadora si acaso, pero ¿periodista? Señora, por favor, que en esta región sabemos hasta cómo perdió la virginidad nuestro presidente ¿piensa que desconocíamos su biografía? Claro que dejándose asesorar por quien se deja no es extraño que le pasen estas cosas.
¿A sus años no sabe usted que los odios africanos no contrastados pueden darle el disgusto de quedar en ridículo como ocurrió el sábado? Lo bueno que habrá tenido el intento de conspiración de baratillo que montó esta mujer con el líder de los populares en Cantabria, Ignacio Diego, es que ha podido visitar la bella y leal Villa de los Arzobispos. Siempre es un placer llegarse hasta Comillas y disfrutar del paisaje y de sus gentes. Y de poco más habrá disfrutado la señora Durán, ya que hasta la privacidad del sitio donde se reunieron que, al menos ella creyó fuera de toda duda, le fue negada, como le comunicó el presidente Revilla. Señora, que “les vio todo el pueblo”.
Esperemos que, la próxima vez que la señora Durán sea convocada a un programa para hablar del presuntamente sinvergüenza Paco Camps, se busque compañero de conspiración más y mejor informado que Ignacio Diego y un sitio más discreto que un pequeño pueblo cántabro. Más que nada porque un buen y novedoso cotilleo político siempre le da vidilla al monótono y reiterativo día a día.
Ya les digo, voy a pedir la remodelación de mi horario. Si quiero estar enterada de lo que acontece en la política regional no me va a quedar más remedio que dejar mis prejuicios a un lado y empezar a ver La Noria, ya que tanto el presidente Revilla como sus archienemigos parece que lo han convertido en el nuevo Boletín Oficioso de Cantabria. Ya lo cantaba Marisol. La vida es una tómbola.

(Publicado en AQUÍ DIARIO el 22 de febrero de 2011).

lunes, 21 de febrero de 2011

Impaciencia

Ya estoy impaciente por que empiece la campaña electoral. Ha sido así, de repente, que me he puesto ansiosa por vivir esos intensos días de no parar de lanzar consignas a las cabezas de los votantes y mordiscos a las yugulares de los contrincantes. Alguno hay, incluso, que llevado por su condición miserable lanza mierda a quien tenga más a mano, que no suelen discriminar los mezquinos, pero esto es en campaña electoral y fuera de ella.
En realidad, no ha sido ni tan de repente como les comentaba ni es producto del azar que estoy deseando que empiece la contienda de los votos. Ya calcularán ustedes que lo del azar estaba descartado en mi caso dedicándome a lo que me dedico. Las prisas son porque he leído esta mañana que los barones del Partido Popular han pedido a Aznar que participe activamente en la campaña. Los candidatos populares están convencidos de que José María Aznar será un reclamo esencial en la contienda electoral. Y yo ya estoy viendo los grandes momentos de humor que nos va a dar nuestro ex presidente. Eso sí, en cuanto que empiece la precampaña mucho me temo que voy a tener francamente difícil la elección diaria de tema para estas magnolias. Porque la tentación de escribir todos los días sobre uno de los cinco peores ex presidentes del mundo va a ser muy difícil de vencer.
Ah, ¿que no se habían enterado de que tenemos el honor de haber colado a nuestro ex presi entre los cinco primeros? Pues sí, criaturas. La marca España está esta temporada que no hay quien la tosa, así que, con desprecio de la modestia y los complejos que nos caracterizan, hemos conseguido colar a Josemari en el top ten de los peores ex mandatarios. Y que estaba difícil la cosa, eh. Pero nuestro candidato ha presentado unas credenciales inapelables y ahí le tienen, haciendo compañía al ex canciller alemán Gerhard Schröder, el nigeriano Olesegun Obasanjo (presidente de Nigeria entre 1999 y 2007), Joseph Estrada (presidente de Filipinas entre 1998 y 2001) y Thaksin Shinawatra (primer ministro de Tailandia entre 2001 y 2006).
Es evidente que marcha implacable hacia la historia, así que entiendo que los barones del PP estén como locos por que la luz que les ilumina les visite en sus campañas, para aleccionar a las masas sobre la conveniencia de adoptar gaviotas.
Ya les dije hace tiempo que yo a los creativosde cabecera de Génova les tengo gran admiración, así que confío en que, con la motivación de contar entre los reclamos con el ex presidente Aznar, se vengan arriba y lo den todo en la próxima precampaña. Después del enorme éxito del vídeo de felicitación navideño y de la promoción internáutica que le hicieron a Alicia Sánchez Camacho, me pregunto con qué nos sorprenderán en este futuro cercano. Bien es cierto que les falta una importante colaboración con la que hasta ahora habían contado siempre, Francisco Álvarez Cascos, pero estos chicos estoy segura de que sabrán sobreponerse a tan terrible ausencia y seremos testigos de alguna obra de arte que, visto lo visto, puede que el año que viene esté nominada para varios premios internacionales.
Ya les digo, estoy deseando empezar la lid electoral. Ya lo tengo todo preparado, las teclas afiladas y el sentido del humor resplandeciente, que lo saqué del taller esta misma semana. ¡Que empiece la función!

(Publicado en AQUÍ DIARIO el 21 de febrero de 2011).

sábado, 19 de febrero de 2011

Malos tiempos para la cultura

Aestas alturas del cuento, una ya no se asusta de casi nada. Pero bien es verdad que en ese matiz del casi es donde está la enjundia, es el que marca la diferencia.
Salir de casa con la sonrisa puesta y enfilar la santanderina calle Jesús de Monasterio es rutina que tengo interiorizada. Encontrarme, de pronto, como las puntas de mis botas han estado a punto de pisar una estrofa de José Hierro, no tiene precio. Bueno, sí. No sé cuál, pero que tiene precio, lo tiene.
Porque no crean ustedes, incautos míos, que la estrofa rondaba la calle porque sí. No había salido de ningún libro recopilatorio de poemas del insigne hijo adoptivo de la ciudad, buscando la libertad que su autor tanto apreciaba. Ni siquiera se había visto obligada, fuerza mediante, a escaparse de un cuadernillo donde la había copiado un alumno de la ESO con criterio. Nanay.
Nuestra pobrecita y abandonada estrofa había sido puesta allí con alevosía y premeditación. La habían encerrado en un círculo rosa chicle, tamaño pizza familiar, con refuerzo de línea blanca, aprisionado entre el anuncio de la Semana de las Letras y los logotipos de las entidades colaboradoras. Y para que no se escapara, la habían pegado al suelo que da parada, que no fonda, a los viandantes antes de cruzar la calle Cervantes y dirigir sus pasos hacia el Ayuntamiento. Eso sí, en un acto casi humano de piedad, para que no se sintiera sola, que no es bueno que la estrofa esté sola, le habían colocado enfrente, al otro lado del cruce, otra estrofa. Que si les ponen un tendal y unos tiestos, montamos un patio de vecinas.
Esta es la innovadora estrategia para que los ciudadanos nos acerquemos a la cultura de quien gestiona esta ciudad que Dios nos dio y el diablo nos custodia.
Claro que no sé de qué me extraño habiendo visto lo que han visto estos ojazos. Fracasa la aventura de Santander 2016 y creamos el chiringuito de Santander Creativa. Y ahí, en el nombrecito, es donde me lo han bordao. Porque cultos, cultos, lo que se dice cultos, va a resultar que poco, pero creativos un rato, oigan. Que tirar la cultura por los suelos es lo que tiene, que es de un creativo que asusta. Además, la creatividad lleva siempre aparejada la palabra valentía. Y valientes somos, además de creativos de cojones, acuérdense, más que el sastrecillo de los hermanos Grimm. Porque si no es valor usar dinero público para pegar versos al suelo y esperar que no llueva, ya me dirán ustedes lo que es.
Espero que la próxima hazaña no tenga relación alguna con el papel higiénico. Aunque eso daría una clarísima impresión del respeto por la cultura que tienen nuestros próceres.

(Publicado en AQUÍ DIARIO el 19 de febrero de 2011).

viernes, 18 de febrero de 2011

La verbena de La Paloma

Después de unos días de merecido descanso tras la tomadura de pelo del pasado viernes con la que nos obsequió su excelentísima, me resistía a seguir comentando tontunas, pero la realidad es tozuda y yo no doy para más. Ahora resulta que no pasa en esta ciudad en la que vivo nada más importante sobre lo que discutir que la puñetera celebración de una victoria racinguista. Al final van a conseguir que me deje de gustar el fútbol o, al menos, que me haga forofa del Matalascabrillas F.C.
Hasta mentira parece que se monte la que se ha montado porque al nuevo dueño del Racing le entró la vena eufórica al ver ganar a su carísimo retoño. Que este en vez de con un pan debajo del brazo ha venido con una deuda que no es moco de pavo, gracias a Dios, porque vaya asquito, no es por nada, y sin embargo papi parece que le quiere como a uno más. Si da la impresión de que me lo tomo a risa es porque, efectivamente, me lo tomo a risa. Es que si me lo tomo en serio me cabreo y me viene fatal para mi incipiente úlcera.
Y que no me lo puedo tomar de otra manera cuando recuerdo cómo fue la celebración del tercer, ojito, tercer gol del Racing contra el Sevilla. Siguiendo la lógica del manual del pequeño racinguista, en El Sardinero saltó hasta el espíritu de Corocotta. Un segundo que me recupere de la carcajada que amenaza con mandarme al otro barrio a hacerle compañía al dueño del espíritu. Ya. Pues eso, que el gol que nos daba la victoria frente a uno de los grandes de la Liga, no merecía otra cosa que una celebración a su altura. Que somos el Racing de Santander, coño, no el Liverpool. No estamos para escatimar celebraciones. Y como tal lo entendieron el total de las almas que ocupaban su sitio en los Campos de Sport. Bueno, todas no. Evidentemente, las almas sevillistas no estaban para celebrar y eso que ellos son muy de celebrarlo todo, pero era comprensible que se amustiaran. Lo que ya no es tan comprensible es que el presidente de nuestro club eligiera ese momento para demostrar su rancio abolengo, su exquisita educación y su saber estar y, presuntamente, no quisiera ofender al presidente del club rival, el exquisitamente educado (¡Ja!) y rancio a más no poder, José María del Nido. No sé, qué quieren que les diga, a mí me parece desproporcionado ofenderse porque Pernía hubiera pegado un par de saltitos. Siempre y cuando, claro está, no hubiese pisado ningún callo. Por otra parte, que Del Nido se ofenda, francamente, me trae al pairo, como supongo que a la mayoría.
Pero más graciosa, por decirlo de alguna manera, aún fue la actitud de su excelencia, el alcalde nuestro que es. Imbuido del triunfo, como correspondía, pegó un brinco perfectamente visible para cualquiera dada su altura para, inmediatamente, arrepentirse y notársele en el gesto que acababa de venirle a la mente su condición de alcalde a la par que superhéroe, considerar que dada su prestancia estaba exagerando en las formas y volver a su escaño con toda la discreción de la que fue capaz a lanzar sonrisas culpables a diestro y siniestro, mirar más a siniestro que a diestro para comprobar si había pasado inadvertido, y rezar por no haber hecho el ridículo, que mira que son malos conmigo con lo buen chico que yo soy.
Frente a estas dos actitudes, el palco era la verbena de La Paloma. Normal. Le habíamos ganado al Sevilla, repito, ¡al Sevilla!, en el primer partido de la segunda Era Marcelino. Cuando nadie, salvo Ahsan Ali, daba un euro por el equipo y su permanencia. Las gradas, una celebración. Y doy fe que en el centro de la ciudad quien más y quien menos aplaudía la victoria. ¿Por qué entonces tanto escándalo con la celebración del mayor accionista? ¿Qué interés hay en intentar hacer pasar a Ali Syed por zafio y estúpido? Y no me vengan con lo de los coches en las aceras, su falta de puntualidad y la mala educación de sus escoltas que me entra la risa y tengo más que buena memoria y hemerotecas a mi disposición.
Voy a atreverme a hacer una suposición. A lo mejor lo que nos molesta es que este señor, que aún no ha hecho nada que no estemos hasta el moño de ver hacer a señores de esta región, se atreva a imitar sus formas sin ser de aquí. Vamos, en román paladino, a ver si lo que nos molesta es que sea extranjero.

(Publicado en AQUÍ DIARIO el 19 de febrero de 2011).

sábado, 12 de febrero de 2011

Mi gozo en un pozo

A una le gusta más una inauguración que a monseñor Rouco un rosario. Así que cuando los jefes me mandaron a la presentación de la campaña de recogida de opinión sobre el Plan Estratégico de Santander me puse más contenta que unas castañuelas. Que, por otra parte, nunca entendí lo de la alegría de las castañuelas, pero dejaremos esta duda existencial mía para mejor ocasión. Recuérdenmelo que yo tengo una cabeza hermosa pero sin seso.
Lo que les decía, que alegre y cantarina, es un decir, disfrutando del soluco con que nos recibió el viernes, me tiré a la calle a ver qué nos contaba nuestro bienamado alcalde. Y claro, estando Íñigo por medio, esperanzada por el glamour implícito que iba a contener el magno acontecimiento. A mí es que es detectar la posibilidad de glamour y ponérseme los rizos en posición de atentos que vamos a disfrutar.
Pero, queridos, nuestro gozo en un pozo. Según me iba acercando a la plaza del Ayuntamiento, la sin nombre, ya me extrañó no detectar, con el oído que yo tengo, el sonido de la fanfarria correspondiente que merecía la ocasión. A ver si es que voy pronto, que tengo yo mucha manía de ir con tiempo a los sitios a darle sombra al botijo. Consultado el reloj del móvil veo que no, que voy puntualísima cual mecanismo suizo de precisión. Consultado el escaparate más cercano veo que, además, voy monísima de la muerte, como corresponde.
Pues nada, será, me digo, que es lo que tengo, que me digo mucho, será, decía, que en su magnífica elegancia el alcalde no ha querido hacer alarde y le ha dado un arrebato de discreción, que por otra parte le honraría.
Llego ya a las inmediaciones de la plaza del pueblo, recuerden que no tiene nombre, y tampoco detecto los miles de personas que esperaba ver arremolinándose en torno a la puerta de La Casona, esperando otear el advenimiento del niño Íñigo. Es lo que tiene ser guapo y elegante, que la gente te espera arremolinada. Bueno, eso o ser Ahsan Ali o Marcelino. Pues va a ser, Mari Kim, que te han tomado el rizo y aquí no se organiza evento importantísimo alguno, porque salvo los parroquianos habituales no alcanzo a ver arremolinamiento ninguno. Pues vaya chasco.
Ya estaba poniendo el tacón rumbo a la puesta de sol cuando detecto, entre la parroquia de pensionistas, a los compañeros de la prensa gráfica, que siempre se les ve antes que al resto. Y luego a los plumillas. Miren, casi me emociono y todo, porque me sentí menos sola, fané y descangallada. Y que poner el tacón rumbo a la puesta de sol a las once de la mañana se me antojaba algo precipitado, francamente.
Total que, un poco menos puntual que una pero tan bonito como un San Luis, llegó el primero de todos los santanderinos, de momento, a contarnos que ha montado el tenderete que teníamos detrás para que los ciudadanos de esta ciudad no se aburran, que el invierno está siendo muy largo, y puedan jugar a un bonito juego de poner pegatinas verdes y amarillas en las casillas ofertadas a tal fín. Pues qué bien. ¿Y para esto tanto lío? Si aquí quien más y quien menos ya tiene parchís en casa. ¿Para esto me hace madrugar y tirar mis esperanzas de codearme con la jet set de la siempre leal ciudad de Santander? No vuelvo. Se pongan como se pongan, no vuelvo.
¿A que se les ha quedado la sensación de que no les he contado nada? Eso mismo me pasó a mí.

(Publicado en AQUÍ DIARIO el 12 de febrero de 2011).

viernes, 11 de febrero de 2011

Caótica Ana

Ya les tengo dicho que yo de mayor, más, quiero decir, sueño con ser de derechas. Y hoy más que nunca. Hoy, que un día más, Madrid se ha levantado con una boina tóxica calada hasta las cejas, no, lo de Soitu es otro tema, habla mi musa literaria y vuelve a hacer una de esas comparaciones que a una la dejan envidiosa y boquiabierta. Lo primero por la soltura con que le vienen a la meninge y lo segundo porque nunca soy capaz de entenderlas pero presiento, como se presienten las grandes cosas que no se saben aún que son pero el instinto nos dice que serán, hallarme ante un hito de la literatura científica que superará generaciones y generaciones hasta convertirse en un clásico, que al fin y al cabo, es lo que pretendemos todos los que nos dedicamos a enfangar papeles o pantallas.
Ana Botella, ¿a quién se creen que me refería, criaturas?, consiguió entrar a codazos en el Olimpo de los juntaletras cuando dedicó sus ratos libres como presidenta consorte a hacer, firmar y embolsarse una recopilación de cuentos infantiles comentados. Muy comentados, cierto. Una vez asentada entre dioses y diosas, había que meritar , que en el Olimpo son muy suyos y no vale con entrar para quedarse, hay que hacer méritos para permanecer. Así que mi, su, nuestra musa puso las neuronas a trabajar y le salió aquello tan suyo de las peras y las manzanas. Lo que les decía antes, boquiabierta me dejó. De hecho, sigo pensando que la comparación encierra mucho más de lo que se aprecia a simple vista. Convencida estoy de que este es un caso para Eduard Punset y sus teorías sobre las conexiones cerebrales.
Pero que no saque conclusiones precipitadas don Eduard que es que la señora Botella, qué gran personaje se ha perdido el Cluedo, ha vuelto a darnos una lección de literatura que ríanse ustedes de James Joyce. Interrogada sobre la contaminación que asola Madrid y lo que piensa hacer desde su responsabilidad como concejala de Medio Ambiente para despejar el tránsito de Madrid al cielo, doña Ana nos regaló otra de sus perlas, que a generosa no hay quien la gane: según ella, Madrid está lejísimos de una alerta por contaminación, que nunca se va a producir. Y para rematar la argumentación y crear así un nuevo hito en su carrera literaria acabó el comentario señalando que el país “pasa por momentos en los que la gente está deprimida por el paro. Eso asfixia más". ¿Qué me dicen? ¿Cómo se les queda el cuerpo? A mí, malamente. Me corroe la envidia. Ya me hubiera gustado a mí recorrer con esa soltura la distancia que separa la calidad del aire de Madrid de la tasa de paro de España. Sobre todo si lo primero fuera mi responsabilidad y en lo segundo algo me tocara también que, no olvidemos, que los Ayuntamientos también tienen algo que decir sobre la creación de empleo, a ver si va a ser todo mérito de Zapatero. Si con lo suyo ya tiene bastante, no bromeemos.
Pero no se crean que una vez leído esto me detuve ahí y avergonzada por mi incapacidad me dediqué a rellenar cartillas Rubio, no. Debo tener un gen masoquista o algo, porque seguí leyendo el resumen de declaraciones que la futura premio Cervantes había hecho en la COPE, que cada uno se promociona donde le da la gana, y me encontré con el principio y el fin perfectos para un escrito de esos cíclicos tipo Pulp Fiction. Lean, rabien y admiren. "La calidad del aire de Madrid es la mejor que hemos tenido en la historia". Magistral. Ante esta rotundidad argumental, nada que añadir. Marcho a por el sake, el teseen y el tantó. Es una cuestión de honor. Mi seppuku me espera.

(Publicado en AQUÍ DIARIO el 11 de febrero de 2011).

jueves, 10 de febrero de 2011

Crepúsculo de los bueyes

“Hubiera preferido un enfermo de sida o alguien con síndrome de Down antes que Antonelli”. Quietos, que no. Que sigo sin demenciarme del todo. La frase y la intención no son mías. Me ofendería incluso que se les hubiera pasado por la imaginación tal posibilidad de no ser porque me da una pereza horrorosa ofenderme. No, hombre, no. La declaración de intenciones es producto de la misma mente que se tragó el montaje de Wyoming con la becaria, montaje que pretendía poner en evidencia a la caterva mediática de la caverna y lo consiguió. Ese. Xavier Horcajo lleva por mal nombre y por mérito ser el director de nuestro canal preferido de humor, Intereconomía.
A mí me parece peligroso hacer periodismo con bebidas alcohólicas al alcance del gaznate, que luego se dicen cosas como estas y no hay forma de recular sin llevarse docena y media de retrovisores por delante. Aunque en este caso ese peligro no exista, ya que aquí, el amigo, no da pasos atrás ni para tomar impulso, que no se llega al top ten del humor sin realizar esfuerzos hercúleos. Y muy bien que hace y yo se lo agradezco porque sin él y tantos como él a ver qué iba a contarles yo todos los días. Pero soy capaz de hacer el esfuerzo, aguantarme y contarles cada día una fábula si la contraprestación fuera un mundo sin idiotas capaces de, en una sola frase, despreciar a tanta y tanta gente.
Buen revuelo se ha montado por la inclusión de Carla Antonelli en la lista de Tomás Gómez a la presidencia de Madrid. Algo estará bien hecho entonces. Aunque sólo fuera por eso. Pero resulta que no lo es. Carla no llega a la política directamente del showbussines porque ella lo vale, que lo vale. Carla llegó a la política, llegó al PSOE, hace más de tres décadas. Llegó para poner en evidencia el maltrato a un colectivo que si ahora es desconocido y marginado imaginen hace 33 años. Con su empeño y poniendo cara y voz al empeño de muchos ha sido parte fundamental de la consecución de la Ley de Identidad de Género, de la visibilización del colectivo transexual, de la lucha, en definitiva, por una sociedad más justa, ergo más libre.
Por si alguno aún no lo sabe, que ya me extraña, pero tienen ustedes tantas cosas en la cabeza que todo puede ser, Carla es transexual. ¿Y qué? se preguntarán ustedes. Y yo. Pero a la alegre muchachada le preocupa. Les preocupa tanto como les preocupaba la homosexualidad de Pedro Zerolo. Les pone tan nerviosos que dicen, y lo que es peor, piensan, cosas como esa de ahí arriba. Tan, tan nerviosos que se dejan en evidencia ellos solitos, sin ayuda externa. Ahora ya sabemos que el señor Horcajo, apropiado apellido para quien va uncido a sus iguales y muge las mismas consignas, no sólo desprecia a los transexuales sino que tampoco le caen demasiado simpáticos los enfermos de SIDA ni los que padecen Síndrome de Down. Una joyita, el señor Horcajo.
“Nunca medraron los bueyes en los páramos de España”. Ojalá el poeta tenga razón y el 22 de mayo Carla sea diputada. Yo lo celebraré con ustedes. Prometido.
(Publicado en AQUÍ DIARIO el 10 de febrero de 2011).

miércoles, 9 de febrero de 2011

El trío calavera

A ver que yo me aclare que ya saben que soy un pelín torpe por parte de padre. ¿Rubalcaba se ha reunido con ETA con la intención de acordar con los terroristas la disolución pactada de la banda o a Zapatero no le conviene que ETA desaparezca? Es que me pasa de siempre que al señor ese mayor que fue ministro de Interior con José María Aznar no le entiendo. Porque digo yo que o será una cosa o será otra, que las dos a la vez está, como poco, complicado de ser.
Pero claro, teniendo en cuenta que en ese partido en el que milita el señor mayor llevan años empeñados en que Zapatero quiere romper España, cualquier cosa es posible. Porque digo yo que miren ustedes qué tontería conseguir la presidencia del Gobierno y empeñarse en partir el país en trocitos para que se le quede en nada. Para eso se presenta uno a presidente de su comunidad de vecinos y le sale la campaña electoral por unas croquetas y la promesa de televisión por cable para el vecindario. Y luego que el mandato es mucho más cómodo, digan lo que digan.
Pues eso, que yo a estos señores no les entiendo. Claro que tampoco es que me vaya la vida en ello. Es simple y malsana curiosidad. Por aquello de que compartimos espacio vital y a una le gusta ser amable con los vecinos. Pero si no nos entendemos lo tengo dificil ¿no creen?
Al menos a Mayor Oreja no le entendí nunca. Hay gente con la que alguna vez compartí espacios, ideas y conceptos que ahora parece que se hubieran criado en las antípodas. O en las suyas o en las mías.
Nunca fui muy fan de Joaquín Leguina yo. Su periodo de mayor esplendor me pilló joven y tirando a escarlata, así que no he seguido demasiado su trayectoria política, pero es de cultura general que fue el primer presidente de la Comunidad de Madrid y socialista. Y otro de los que me tiene despistada. Hace tiempo que abandonó la esfera de la política de cara al público, así que mi neurona, que necesita descanso, se había reseteado y lo había relegado al olvido. Hasta ayer, cuando leí una entrevista de esas modernas que se hacen por chat, qué menudas cosas inventan los técnicos, oigan. Aparte de otras muchas soplapolleces que no me apetece comentar, soltó sin rubor alguno que “los crímenes tienen su prescripción en el tiempo, pero los crímenes de intencionalidad política cometidos en España entre el 18 de julio de 1936 y el final de 1976, fueron amnistiados por una ley que se votó en las Cortes casi unánimemente, por lo tanto en este caso, la historia, que nunca es la suma de historias personales, debe de escribirse por quienes han hecho profesión de ello, es decir, por los historiadores”. O esta otra perla: “Los niños nacidos en este siglo son ya los bisnietos de los jóvenes que hicieron la guerra. Si no lo hemos superado es que somos tontos”. Y no se vayan todavía, aún hay más. “Es una ley bastante inútil (la de Memoria Histórica). ¿Por qué? porque si se quería enterrar decentemente a los muertos, existían ya normas que lo permitían hacer sin problemas. Y si lo que se quería es una revancha después de la Constitución del 78, eso no es posible, ni legal ni moralmente”.
Verá, señor Leguina, que ese gran pensador que es Pío Moa sea capaz de llegar a la extrema derecha desde la distancia más corta, en este caso, la fundación del GRAPO, y ahora se nos descuelgue con que “ETA y el Gobierno son afines ideológicamente: socialistas, feroces antifranquistas, feministas, partidarios de las dictaduras progresistas… y antiespañoles: ETA ataca la unidad de España y el PSOE es indiferente a ella y al estado de derecho”, es una cosa, que el hombre nunca estuvo muy bien de lo suyo.
Pero que usted, que representó en cargo institucional y en cargos orgánicos al Partido Socialista se descuelgue con tanta soltura de la defensa no de la revancha sino de la reparación histórica, da mucho asco.

(Publicado en AQUÍ DIARIO el 9 de febrero de 2011).

lunes, 7 de febrero de 2011

Dos caras de la misma moneda.

Ayer, cuando llegué, tarde, lo confieso, al foro sobre Políticas de Igualdad que había organizado el PSOE me comentaba una compañera que ya era hora que en este partido presumiéramos de feministas, después de que Bibiana Aído dijera en su intervención que “feminismo y socialismo son dos caras de la misma moneda”. Todos tenemos claro que feministas en el Partido Socialista, como las meigas en los bosques gallegos, haberlas hailas, y hailos, pero otra cosa es presumir de ellas. Y a mí, como a la compañera, me alegra que se presuma y se reivindique. Que ya está bien de complejos, de discreciones mal entendidas y, hasta esto les concedo si se ponen pesaditos, de inoportunas modestias. Como el enemigo es contumaz en el despropósito, no nos va a quedar otra que hablar alto y claro. Y, qué leches, que podemos hacerlo.
Y podemos porque de la mano del Partido Socialista han llegado a este país leyes que están consiguiendo que la igualdad real entre hombres y mujeres cada día esté más cerca de ser una realidad. La Ley de Igualdad, la Ley de Dependencia, la de Salud sexual y reproductiva, la Ley de Matrimonio homosexual, la Ley Integral contra la Violencia de género son ejemplos tan claros y directos como un gancho de Holyfield.
Pero no sólo están estas leyes con nombre propio y amenazadas de origen, que en vez de disposiciones adicionales parece que llevaran añadidas sentencias de muerte, por Mariano y sus mariachis. Ya saben ustedes que en caso, Dios no lo quiera, de que gobierne el del grafismo imposible todas estas leyes serán revisadas y enviadas al baúl de los recuerdos por la alegre muchachada. Decía que no son sólo estas leyes si no que se han llevado a cabo políticas efectivas de cara a la consecución de la igualdad real. Y algo sabemos en esta región de esto.
Por eso, por conocer cómo cambia la vida de la gente cuando hay quien se esfuerza en llevar a la práctica la teoría y conseguirlo es por lo que tenemos que sacar pecho. Por llegar a conseguir algún día, con la razón que dan los hechos ya que aquí las palabras no parecen ser suficientemente convincentes, que se deje de escuchar ese triste a la par que incierto comentario de que “todos los políticos son iguales” tenemos que poner todo nuestro empeño. Por demostrar que la igualdad entre hombres y mujeres no sólo es posible sino imprescindible tenemos que seguir haciendo política y dándole la tabarra al respetable, que parece que no nos fija.
Sí, queridos, nuestra moneda lleva dos caras: socialismo y feminismo. Y es de curso legal. Vale, no me he vuelto loca, ya sé que no sirve para operaciones comerciales, pero tiene tanto valor como las que sí. Hasta ahora nos ha ‘comprado’ derechos, mejor salud, seguridad, más y mejor educación, tiempo libre, respeto, igualdad. Y lo mejor de todo es que no se gasta. Al contrario, cuanto más se usa, cuanto más se reparte, más se multiplica y más valor alcanza.
Con la que se nos avecina en los próximos meses creo que es conveniente gastar. Gastar esa moneda a manos llenas. Por una vez en la vida, está permitido derrochar. Es más, es recomendable hacerlo.
Gasten, derrochen. Sin miedo. No son tiempos para ahorrar. No sea que el mariachi nos pille despistados y mande todo al carajo. Más que capaz es.

(Publicado en AQUÍ DIARIO el 7 de febrero de 2011).

sábado, 5 de febrero de 2011

No os comáis las margaritas (II)

Lo que tiene el deporte es que no vale practicarlo sólo de vez en cuando para que surta efecto. Hay que ser constantes. Y eso requiere su dosis de sacrificio. Así que aquí me tienen, dándole a la constancia y al sacrificio, que lo mío y estas magnolias es meramente por deporte.
Recordarán, queridos, que ayer hablábamos del decálogo que Salvador Sostres le ha ofrecido a Mariano Rajoy para acabar con la crisis. De momento, con lo único que ha conseguido acabar ha sido con un ataque de risa del respetable, pero no ceja en su empeño. Recordarán también que en el primer capítulo nos limitamos a los primeros cinco puntos de la ristra. Que ni mi estómago ni el espacio alquilado que tengo daban para más. Pero no se preocupen, hoy vamos con el resto. Con el desayuno me he tomado un protector estomacal, por si las moscas.
Nos habíamos quedado en el quinto burel. Pues bien, el sexto debe ser un ‘vitorino’ de los de ley. Propone el maestro la abolición de los convenios. O sea, que es una tontería, si el empresario y el patrón pueden negociar libremente, de poder a poder, su relación contractual, y que si cualquiera de los dos no cumple que caiga sobre él el peso de la ley, para qué necesitamos regular nada. Iba a ser gloria bendita ver al dueño de, pongamos por caso, la Volkswagen recibiendo uno por uno a todos los trabajadores de sus factorías pasando por su despacho para ver de lo suyo qué. Y claro, el sexto nos lleva al séptimo, y nos toca abolir los comités de empresa. La argumentación se la copio literal, que tengo empeño en que disfruten ustedes de la prosa original de aquí, el amigo: “Acabar con este atraco al empresario que son los comités, con sus miembros, con sus liberados, y toda esta gente que hace cualquier cosa menos su trabajo”. La lección básica se la tiene bien aprendida, no me digan que no.
Pensarán ustedes que la criatura huye hacia adelante como pollo sin cabeza Pues no. Bueno, lo de sin cabeza sí que parece algo cierto, pero el objetivo se va adivinando a medida que se avanza. Y si no me creen, aquí llega la octava medida, una delicatessen, oigan. Cuidado con su consumo que puede producirles reacción. “Abolición del derecho de huelga. En un Estado repleto de garantías y con libertad para que cada cual pacte sus condiciones laborales, la huelga general es siempre un chantaje”. Ahí, sin escudo protector ni encomienda a la virgen del abrigo de pana ni nada. A pecho descubierto.
A partir de aquí, todo mejora. Porque claro, después de aplicar las medidas expuestas a este país no lo reconocería ni la madre que lo parió y todos, responsablemente unidos y convenientemente lobotomizados, nos encaminaríamos al Shangri-La donde nos recibirían los puntos noveno y décimo de la panacea económica del meritorio cavernario.
Igualdad ante la ley reza el nono. Hasta ahí, creo que todos firmábamos ya y nos íbamos a celebrarlo. Pero no pidan el cava aún. Que igualdad sí, pero menos. “Si somos iguales ante unas leyes, lo tenemos que ser ante todas ellas. Que cada ciudadano pague el mismo porcentaje de impuestos. Igualmente, los ricos continuarán pagando mucho más que los pobres”. Y claro, si pagan menos, los pobres no esperarán tener los mismos derechos que los ricos, lo cual nos lleva de morros al capítulo final de fiesta. “Ponderación del voto. Todo el mundo tiene derecho a voto pero el valor de este voto tiene que estar ponderado por la aportación que el individuo hace al Estado (¿otra vez? ¿En qué quedamos, hay Estado o no hay Estado? Yo es que me estoy haciendo un lío, discúlpenme ustedes la torpeza) Es justo y proporcional que quien más aporta, más decida; y sería muy beneficioso que aquellos que más éxito han tenido más pudieran iluminarnos (aquí me ha dado un vuelco el corazón y no hay forma de volverle a su ritmo habitual), y que su opinión fuera mucho más importante que la de los que siempre han fracasado (vale, mi corazón ha salido a hacerle la competencia a Fernando Alonso. A lo loco, sin Ferrari ni nada)”.
Entiendo que ahora mismo estén ustedes emocionados y agradecidos al gurú, dando palmas de felicidad, pero háganme un favor, cuiden las margaritas, podrían necesitarlas para alimentarse dentro de unos meses.
(Publicado en AQUÍ DIARIO el 4 de febrero de 2011).

viernes, 4 de febrero de 2011

No os comáis las margaritas

Miren que me había prometido no darle pábulo al anormal de Sostres, que bien sabido es que este especimen destila lo que destila para llamar la atención de sus mayores y que le haga alguien un poquito de caso, pero es que no puedo evitar comentar su entrada al mundo de la política activa, que ya saben ustedes que a mí es un tema que me priva.
Resulta que el homínido éste, viendo lo despistado que está Mariano, Rajoy, of course, en lo que viene siendo la economía, estúpido, y su falta de propuestas para sacarnos de la crisis, se ha puesto zarpas a la obra y le ha dejado escrito un decálogo de lujo al futurible. Por si se da el caso, oiga, de que presida este país asolado por la banda de rojos que lo gobierna, que me lo están dejando como un erial, señora, lo que yo le diga. Que no tiene desperdicio no hace falta ni decirlo. Que me estoy buscando un alquiler barato en Vladivostok lo más cerca es una exclusiva que les doy.
Antes de analizar el decálogo, le voy a regalar un consejo al nuevo economista, así, de gratis. Para que luego digan que tengo mala leche ‘granaína’. Se lo juro, me lo han dicho. El consejo: cuando le entregue las medidas al futurible, escríbaselas con letras de imprenta y cuélgueselas al cuello, no sea que las pierda. Que luego le pasa como el otro día en Veo7 y no puede satisfacer la curiosidad de la plebe porque no entiende su propia letra. Que no es que no tenga medidas, es que ni él las entiende, desconfiados, que son todos ustedes unos desconfiados.
Al lío. Diez medidas como diez soles que traigo. Me las quitan de las manos.
La primera es que nada sea gratis. Hace el Salvador una defensa del sudor de la frente y se carga de un plumazo el sentido del Estado. Es decir, a tomar vientos la Educación y la Sanidad universales y gratuitas y que cada uno se valga por uno mismo. Y en caso de darse alguna minusvalía (¡silencio! que el artista se está jugando la vida) que lo impida, el Estado, que ya nos hemos cargado, acuérdense, en todo caso hará caridad. La segunda, crear una red privada de hospitales y colegios para no hacer “una competencia desleal a la iniciativa privada”. La tercera va textual, que no me hago responsable, “acabar con las subvenciones. El Estado no tiene que subvencionar nada ni alterar la estimulante competición entre los ciudadanos libres”, ou yeah. En la cuarta, lanzado como va, nos hace un majadito con los medios de comunicación y los partidos políticos y sindicatos. Ahí, muy picadito todo, para que no se note. Cierre de las televisiones públicas, titula el asunto. Aunque debía ser para ahorrar, porque en la primera frase ya incluye a los periódicos y radios en el asunto y autocita el punto tres sobre subvenciones, para ir a parar a la estación de que partidos políticos y sindicatos tendrían que disolverse si no son rentables (¿?), pasando por la parada de que deben mantenerse de donaciones privadas y cuotas de militantes. Sigo sin hacerme responsable, tengan esto muy presente. Me limito a dar fe y no dar crédito.
Y como no hay quinto malo, ahí les va este. Libertad de horarios. “El Estado no es nadie (no, si ya. Te lo cargaste ahí arriba, chico, ¿no te acuerdas?) ni tiene que regular para nada los horarios que cada ciudadano libre tenga en su negocio. Cada bar o discoteca tiene que poder abrir hasta la hora que decida su propietario (olé tus huevos. Ya si eso, se lo explicas tú a los ciudadanos libres). Si los clientes hacen ruido al salir, que sean multados por la policía si realmente infringen alguna ley (¿Policía? ¿Ese cuerpo que pertenece a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado? Pues la hemos jodido, porque te recuerdo, patán, que nos lo llevamos cargando hace ya unos párrafos)”. Obsérvese que la libertad de horarios es sólo para bares y discotecas, no vayan a emocionarse los dueños del resto de locales sujetos a un horario comercial. Cada uno sangra por su propia herida, y este muchacho no va a ser menos.
Estoy pensando que por hoy ya está bien, mi estómago no da para más y es todo tan profundo que no quiero aturullarles.
Mientras tanto, déjenme las margaritas tranquilas.

(Publicado en AQUÍ DIARIO el 4 de febrero de 2011).

martes, 1 de febrero de 2011

Ahsan Ali Syed, te recibimos con alegría

A la hora de escribirles estas magnolias el primer partido de la Nueva Era del Racing nos va siendo propicio y ganamos por un gol a mi querido equipo ché. Quiera la fortuna que cuando lean ustedes esto la cosa, como poco, se haya mantenido así. Por mí es igual, que en peores plazas hemos toreado y salimos victoriosos, pero me sabría mal que Ahsan Ali se llevara una mala impresión del equipo en su primer día de cole.
Qué menos que recibir al nuevo dueño del club con una victoria. No lo han hecho mal en cuanto a la puesta en escena. Han conseguido abarrotar el campo por unavez en esta liga. Que estaban pensando ya en alquilar los huecos vacíos para apilar legajos o algo. Por darle utilidad, más que nada.
Yo, por mi parte, recibo al Deseado llamándole por su nombre completo. Fundamentalmente por llevar la contraria, que ya me conocen ustedes. Pero también porque digo yo que al chaval le impusieron el nombre compuesto por algo y no somos quien para deconstruírselo a la buena de Alá. Y que le podemos buscar un follón familiar por una tontería. Imaginen que todas las páginas que se han parido en la prensa regional estos días se las está remitiendo, como buen hijo, a sus orgullosos padres y que la imposición de nombres fue un acuerdo entre las partes para que ni un abuelo ni otro se quedaran sin representar en su bienamado nieto. Qué lío. Y todo por un capricho de los periodistas cántabros, que ni en el mapamundi de los sobrinos del señor Syed aparecemos.
Y no estamos, además, para ponernos estupendos con la familia del nuevo dueño del club. Que ya habrán tenido bastante con los dimes y diretes que le hemos dedicado a su retoño en estos últimos días. Porque anda que no han corrido ríos de tinta sobre las finanzas, las intenciones, los negocios y demás del magnate. Que parece que en vez de venir a sacar de la quiebra al equipo en ruina de nuestros amores venía a llevarse el oro escondido en los vestuarios de los Campos de Sport.
Llámenme crédula, pero a mí que llegue un señor, se haga cargo del préstamo participativo del club, avalado por el Gobierno regional, ergo por ustedes y por mí, ponga al Racing al día con Hacienda e invierta no sé qué porrada de millones en fichajes, como timo me parece poco elaborado, francamente. Pues oyendo o leyendo a algún opinador, que ya saben que nos prodigamos como las setas en otoño, parecía que el señor Syed iba a venir a forrarse el riñón y que el Racing era la cohartada perfecta. Lo que ninguno de los pesimistas de cabecera de la región ha sabido explicar en ningún momento es en qué negocios iban a elaborar tanto forro renal. Que Ahsan Ali es bajito, pero el forro de un riñón debe llevar mucha tela. Aunque si quieren que les diga la verdad, yo en esto estoy como en lo de los bazos de las ovejas, desinformada.
Me acabo de enterar, entre riñones y bazos, que el Valencia ha empatado el partido. Una lástima. Aún quedan minutos de juego, pero yo tengo que acabar ya, así que échenle un vistazo a las portadas si se quieren enterar de cómo quedó el partido. Tampoco es tanta la desgracia. De momento, no tendré que apoquinar para mantener al equipo con vida ni tendré que ver cómo desaparece. Me parecen todo ventajas. Ya ganaremos otro día. Aunque hubiera estado bonito darle un mejor recibimiento al Salvador.

(Publicado en AQUÍ DIARIO el 1 de febrero de 2011).