miércoles, 14 de diciembre de 2011

Mujeres al borde de un ataque de nervios

Soy consciente, queridos, de que este título es una repetición de otro de hace unos meses, con la salvedad de la inclusión de la palabra Mujeres. Pero ya se habrán dado cuenta ustedes de que mi imaginación es la que es; que me gusta a mí un título de película o canción más que a Camps un Emidio Tucci; y que era imperativo (ahora que se ha puesto de moda la palabrita, ¡ay, Toni Cantó!) encontrar un tema por el que me apeteciera echar espumarajos. Que no digo yo que no haya motivos todos los días del año para ello, ¡quía!, sólo que ando de astenia en astenia, cual mariposita en jardín japonés.

Pero miren por dónde se me está disipando la astenia a fuerza de mirar la realidad y verla tan azul, tan triste, tan acomplejada, tan sucia. No, tranquilos, no me he ido a vivir a Pitufolandia. No tendría para el alquiler. Sigo viviendo en este país, que vuelve a llamarse ¡España!, en esta región, que dejó de ser infinita para volver a ser Gran Reserva, y en esta ciudad que, al paso que vamos, dejará de mirar al mar por no poder sortear los obstáculos.

De estas cosas ya hablarán otros con más y mejor conocimiento que el mío. O yo, cualquier día de estos y sin conocimiento alguno, muy a mi estilo. Nobleza y Vuitton obligan. Hoy me preocupan otras cosas.

Hoy me preocupa la constatación de lo que se ha venido avisando desde hace meses. Alarmistas nos llamaron. Pues ahí lo tienen. Los recortes han empezado y lo han hecho por donde era de esperar, por donde a algunos más nos duele: el Estado de Bienestar. Sanidad y Educación están siendo víctimas desde hace tiempo. Las pensiones, de momento, libran. Pero me temo que de perfil y metiendo mucha tripa. Y la dependencia avisada está por el mismísimo Mariano Rajoy portada mediante.

Pero esto no debe ser suficiente y llevamos un par de semanitas que no hacemos otra cosa que desayunarnos con afilar de tijeras y no precisamente en los lomos de los que más tienen sino en la espalda de quienes necesitan, no diré que más pero sí que tanto como otras, protección. Hablo de las víctimas de violencia de género.

El 29 de noviembre la diputada del Grupo Socialista en el Parlamento de Cantabria, Ana Isabel Méndez, denunció que el Gobierno regional daba carpetazo “a más de 30 años de lucha contra la violencia de género y en defensa de las víctimas que en Cantabria venían protagonizando ONG's como la Asociación Consuelo Bergés (nacida en 1995) y CAVAS (nacida en 1987) y que desde hace 8 años, con la llegada al Gobierno de Cantabria de la coalición formada por socialistas y regionalistas no sólo recibieron apoyo institucional sino también recursos materiales para llevar a cabo su tarea. El Ejecutivo del PP que preside Ignacio Diego ha decidió retirar la subvención para las actividades de atención y casas tuteladas. A las mujeres que venían siendo atendidas en los cinco centros gerenciados por las asociaciones citadas y también por Cáritas se les han comunicado que serán cinco funcionarios de la consejería de Presidencia los que se harán cargo de sus casos”. Impagos a los trabajadores de alguno de esos centros, desaparición en el Presupuesto regional para el año 2012 de la partida para subvencionar los programas de atención a mujeres maltratadas, falsos ejecutivos paritarios y fotos interesadas los 25 de noviembre los pueden consultar ustedes en esta página.

Y este caso no es el único. En Castilla-La Mancha, cómo no, los centros de atención a la mujer sí tienen quien les escriba, para su desgracia. De hecho, ayer mismo han recibido una carta de Teresa Novillo, directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, comunicándoles que la plata estaba muy limpia, el niño toca muy bien el piano, pero hasta aquí hemos llegado, gracias por los servicios prestados y queden ustedes con Dios. Para que no digan que me lo invento, lo pueden ver ustedes mismos aquí.

Pero como no puede haber dos sin tres, que lo tradicional vuelve a estar de moda, ni podemos permitir que esta banda de alteradas le den contenido a sus aspavientos, en Valencia (cómo no bis) cerramos la biblioteca dedicada a temas de mujer y género de la Dirección general de Familia y Mujer de la Consejería de Bienestar Social (pasen y vean). Total, 25 años siendo un referente documental para la igualdad no son nada, ya lo dice el tango.

Mientras tanto, las mujeres y sus hijos siguen siendo asesinados y, en el colmo de la pirueta con triple tirabuzón y paso atrás, hasta hay maltratadores condenados que cobran pensiones de sus víctimas.

Y el silencio. El permanente y preocupante silencio.

No me digan que no es para estar de los nervios.


(Disculpen, amables lectores, mi poca pericia poniendo enlaces, la cual les obligará o bien a abrirlos en pestaña aparte o a volver sobre sus pasos una vez vistos. Siento en el alma darles tanto que hacer).

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