sábado, 14 de marzo de 2015

La ley del silencio



“Nunca rompas el silencio si no es para mejorarlo”.
Ludwig van Beethoven

Al insigne sordo le quedó una frase redonda, hay que reconocerlo. De esas que de joven quedan muy apropiadas escritas en la tapa de una carpeta de estudiante y de crápula, en la puerta de un baño público.

Pero el silencio está hecho para ser roto. Si para apreciar la belleza es necesario distinguir la fealdad, o para reconocer el amor hay que haber sufrido el miedo, el silencio no tendría entidad propia si no existiese el sonido. De la música, del mar, del viento, de los millones de ruidos que nos rodean, de las palabras, las protestas, las reclamaciones, las críticas…

No tiene que temer don Ludwing, que no le faltan adeptos que opinan lo que él y velan porque el silencio se conserve sin mácula. Que ni el viento le toque, porque tiene pena de muerte el viento si le toca. (Qué quieren, soy de la generación de Verano Azul).

Todo empezó con un rey campechano saltándose todo protocolo y mandando callar al difunto Hugo Chávez. Y le quedó tan propio y le jaleamos tanto su campechana defensa del canalla que no damos abasto para asistir a réplicas mucho menos campechanas e igual de intolerantes. La última, hace unas horas, de la mano del ministro de Defensa mandando callar con un gesto a la diputada de UPyD que le cuestionaba la (no) actuación de su departamento ante una denuncia de acoso sexual y laboral en el Ejército. 

Este ha sido el exponente más reciente de la afición al silencio que les ha entrado en esta legislatura a los chicos y chicas de la alegre muchachada, otrora tan dicharacheros, pero no la única. Rajoy está absolutamente entregado a esta moda. Arrancó fuerte y desde un plasma, no contestando preguntas de los periodistas, y derrota en tablas ‘ordenando’ al líder de la oposición que no vuelva al Congreso “a decir nada”. 

Tanta es la afición al silencio de nuestro presidente y su alegre muchachada que lo salvaguardan  por ley. La ‘ley mordaza’ que nos ha impuesto su mayoría absoluta nos impide mejorar el silencio del PP. Sale demasiado caro.

(Publicado el 13 de marzo de 2015).

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