viernes, 6 de marzo de 2015

El ángel exterminador



Cada vez que voy a Comillas y veo el ángel que corona los restos del antiguo templo donde se asienta su cementerio recuerdo a Buñuel y su propio ángel. Cada vez que veo el Congreso de los diputados también.

Bien es verdad que en lo del Congreso Buñuel viene a mi mente inmediatamente después de hacerle un homenaje mental a Berlanga y pensar por enésima vez  que nos dejó demasiado pronto.

La primera vez que la vi pensé que ‘El ángel exterminador’ era el colmo del surrealismo. Luego, cuando la política invadió mi vida e iba teniendo edad para saber a qué labor se dedicaban las personas encerradas en ese hemiciclo oscuro y decadente, lo que pensé es que soy una pardilla. Eso sí era surrealismo del bueno. Y yo perdiendo el tiempo viendo cine mexicano. Dicho todo esto, desde mi absoluto respeto por la política y por la mayor parte de los políticos.

Pero como en la película de Buñuel, allí pasan cosas increíbles que no se sabe porqué pasan, porque no tienen ninguna razón de ser. Hay personajes que se sienten apresados en sus estancias mientras degeneran en seres intratables, mezquinos y que consiguen aquello que tan bien describió Marx, Groucho, llegar a las más altas cotas de la miseria.

Otros personajes, trabajadores esforzados, se sienten impelidos a salir cuanto antes de allí. No es nuestro sitio, parecen haber decidido todos a una.

Pronto llegará el momento en que el impulso irracional cambie de tercio y permita la salida de nuestros anti héroes para, solo un momento después, secuestrarlos en otro lugar del que tampoco querrán salir. Un consejo de administración de una gran empresa no es descartable como marco acogedor.

Fuera, los trabajadores esforzados se manifestarán pero no tendrán público que quiera oírles.

Entretanto, las ovejas sortearán las balas y el ángel exterminador, concluida su tarea, retornará a coronar los restos de aquel antiguo templo, abandonado por el hartazgo de la plebe contra su señor.
Y yo seguiré pensando que Berlanga y Buñuel nos dejaron demasiado pronto.


(Publicado en Gente en Cantabria el 6 de marzo de 2015).

1 comentario:

  1. Es verdad, podrían filmar excelentes películas... pero se les acusaría de cobrar subvenciones y les perseguiría el indomable Montoro. O sea, que mejor dejarles donde están, es mucho mejor para su salud...

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